Deporte para todos
20/06/2017
Romper con el monopolio de un único equipo y bajar los precios de los cursos de fútbol. Éstos fueron los dos grandes logros obtenidos por la Fundación Marcet durante sus tres años de gestión del estadio municipal de Porta, en el distrito barcelonés de Nou Barris. Unos resultados que se han logrado abriendo las instalaciones a familias e instituciones de la zona, con el objetivo de multiplicar los usuarios de un campo históricamente infrautilizado.
Hasta 2011 solamente el Alzamora CF y las categorías superiores del CF At. Piferrer tenían acceso al terreno de juego. Cuando la Fundación ganó el concurso para gestionar el estadio, las cosas empezaron a cambiar y el monopolio se fue rompiendo poco a poco. El CF Porta, el Tecnofútbol y el CE Congrés también empezaron a utilizar el campo, así como las categorías inferiores del CF At. Piferrer.
No se trató simplemente de fomentar un uso más sostenible del estadio de Porta. La nueva política de apertura implementada por la Fundación Marcet también tenía como objetivo abaratar el coste del fútbol aumentando a la vez su calidad. Para lograr este doble objetivo la receta fue simple: abrir el campo a nuevas instituciones. Es decir, fomentar una sana competencia entre distintos clubes para que hubiera una pluriladad de ofertas futbolísticas.
Los resultados no tardaron en llegar y repercutieron positivamente en la economía de las familias del barrio, que ya no se vieron obligadas a pagar unas cifras desorbitadas para jugar en un equipo o acceder a un curso de fútbol. La multiplicación de los usuarios del campo de Porta acabó así con décadas de beneficios para un solo club, obligando a todas las instituciones que utilizan el terreno de juego a ofrecer opciones más acordes a las exigencias del barrio.
"Estamos hablando de una diferencia sustancial", explica José Ignacio Marcet. "Antes una familia tenía que pagar unos 1.000€ para que su hijo pudiera jugar al fútbol toda la temporada. Gracias a nuestra gestión el precio bajó a unos 200€ e incluso existían alternativas totalmente gratuitas", explica el presidente de la Fundación, subrayando que las asociaciones de vecinos agradecieron este cambio radical.
Además, en estos tres años la Fundación Marcet utilizó el estadio de Porta para llevar a cabo iniciativas benéficas y de carácter social. Es el caso de los torneos solidarios organizados para recolectar alimentos y destinarlos a las familias más necesitadas de Nou Barris; los cursos gratuitos de Tai Chi para la tercera edad; los juegos escolares de los Centres de Recursos Pedagògics; los campus de fútbol para niños en temporadas vacacionales; la introducción de la instalación en la planificación del Campus Olimpia; los acuerdos con los colegios para que utilicen la instalación sin coste; las colaboraciones con entidades de disminuidos psíquicos (TED y ACELL); las iniciativas dirigidas a potenciar la integración de los inmigrantes del barrio; la colaboración con la Asociación Cosecha Mundial para ayudar a jóvenes en riesgo de exclusión social...
Gracias a iniciativas, el terreno de juego volvió a abrir sus puertas al barrio y a ser 'municipal' en el auténtico sentido de la palabra. Tanto es así que en este periodo se incrementó un 40% el número de usuarios y visitantes durante los fines de semana y el número de jugadores que se entranan en la instalación de lunes a viernes. Por eso y por la drástica disminución de los precios del fútbol, incluso las asociaciones vecinales que hace tres años miraban con escepticismo a la Fundación Marcet acabaron apoyando su gestión, reconociendo la gran labor llevada a cabo en esos tres años de gestión.